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La farmacia París, un icono de la salud en la CDMX

farmacia paris

Un espacio que sigue elaborando remedios al estilo de los boticarios y donde parece haberse detenido el tiempo.

Ubicada en la esquina de República del Salvador y 5 de febrero. La Farmacia París es un lugar icónico de la CDMX, caracterizado por abastecer de fármacos a los capitalinos y abrir los 365 días del año.

Su historia comenzó el 28 de febrero de 1944, en un edificio de mediados del siglo XVI que sirviera de noviciado para los monjes Agustinos de la Nueva España, en el corazón del centro histórico.

La empresa fue fundada por el químico farmacéutico Ignacio Merino Martínez, quien rentó el local para seguir curando a la gente.

¿Por qué se llama farmacia París?

El nombre de la farmacia parís, fue obtenido de una manera bastante curiosa.

En los años 40s existía un hotel llamado el hotel París que tenía un letrero neo con el nombre de “París”. Y debajo, sin darse cuenta, Don Ignacio puso su pequeño letrero de “farmacia”; ocupando así el letrero del hotel y adquiriendo el nombre de Farmacia París.

¿Cómo es comprar en la farmacia París?

Parece como si no pasara el tiempo. Las medicinas siguen pidiéndose en el mostrador central, donde en las horas pico reina el caos. Después hay que formarse en una caja decoradas con unos faroles en los que se encuentra el número y que no han cambiado en varias décadas, para pagar. Y por último, es necesario regresar al mostrador para recoger las medicinas que son traídas de la bodega, mediante una especie de carrusel vertical que baja por unos toboganes y desliza los productos.

Todo un ritual que puede llevar un largo rato, pero que vale la pena por su precio y variedad.

Sus productos

De aquí salen las famosa botellas de agua facial de rosas y el preparado para baños de asiento que compran las mujeres que recién han tenido un bebé.

El famoso “panpuerco”, una pomada de hierbas hecha (dicen) con manteca de cerdo y que se usa cuando a los niños pequeños les duele el estómago. Esa pomada y otros productos, como los chochos homeopáticos, se elabora ahí mismo, en la propia botica de la Farmacia París que se encuentra en una antigua construcción que sirviera como noviciado para monjes Agustinos.

Sin duda la Farmacia París es un lugar en el que el tiempo no ha pasado, y en el que permanecen muchas de sus tradiciones, como el desarrollo de sus propios productos. Siendo la cuna de miles de mexicanos que acuden a ella cuando requieren algún ungüento o medicamento, a un buen precio y accesibilidad.